Tuesday 18 June 2013

Alas y raíces



Los hijos son las anclas que atan a la vida a las madres.
Sófocles

There are two things we should give our children: one is roots and the other is wings.
Hodding Carter




Me estoy preparando para cuando mi hija ya no esté. La hija que todavía sigue creciendo adentro de mi cuerpo. Mi Lunita, con su cuerpo que no se está formando para poder quedarse a vivir con nosotros. Voy a hacerme un anillo moldeado de la leche que mi cuerpo preparará para ella. La leche que me va a dejar Luna. Leche que mi cuerpo va a tardar unos días en entender que nadie la necesita. Pienso en días de derramar leche, derramar sangre de mi útero contrayente, derramar lágrimas sin ruido, esas lágrimas que no dejan respirar. Mi cuerpo vaciándose sin sentido. Pero esa leche es lo que me deja Luna. Lo que hago para ella. Lo último nuestro. La leche de las dos.
Vamos a hacer una impresión, en una hoja enorme, de la placenta... quedará como el árbol de la vida. Hay que sellar la impresión con laca, aunque a Lucas le preocupa usar tóxicos cerca de su hermana. Porque aunque esté muerta, no quiere químicos cerca de ella. Entonces lo vamos a hacer después, afuera, lejos de todo, de la placenta y del cuerpo de Luna.
Una artesana me va a hacer una medallita en forma de media luna y va a imprimir sobre ella una huella que le mandemos del pie de Lunita. Wynn me regaló un collar, con una lunita en oro rosa y otra luna más grande en oro blanco cuidándola.
Vamos a deshidratar y pulverizar nuestra placenta. Lucas quiere guardarla en una urna y poner encima la camiseta con un monito andando en elefante que tenemos guardada para nuestra hija desde nuestro primer embarazo.
Pero su cuerpo. Su cuerpito maravilloso y perfecto, que todavía temo no poder parir, que no me perdono de antemano si me llegara a dar impresión. Ese cuerpito lleno de amor que no se forma según ningún patrón conocido. Ese cuerpo que va a ser tan chiquito, más chiquito de lo que me imagino hoy. Ese cuerpito que sigue siendo parte de mí, lo vamos a cremar. Se va a convertir en cenizas – ash, como supo explicar Wynn - porque la queremos soltar. No quiero que mi hija quede atrapada bajo la tierra. Una tierra que no es nuestra, donde no hablan como nosotros, donde comen cosas que no terminamos de entender. No quiero que el cuerpo entero de mi hija quede atrapado en un lugar donde podríamos no vivir. Nómades como somos, no tenemos tierra. Mi hija no puede ser parte de una tierra que no es parte mía. Entonces la vamos a soltar. Poco después de su muerte y nacimiento, vamos a llevar sus ashes y soltarlas al mar, al aire, al agua, a las estrellas. Para que forme parte de todo, para que esté en todos lados. Para dejarla volar, para darle libertad.
Pero con todo, todo, todo el resto, todo lo q nos den su cuerpo y el mío, como testigo y recuerdo de que fuimos, de que vivió, de que fue parte de mi cuerpo... todo, todo, lo quiero guardar. Reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida. Reliquias nuestras, reliquias de que existió, de que tuvo cuerpo, de que es parte de nuesra familia. Y voy a ser la vieja loca con el anillo de leche y las lunas colgando por todo el cuerpo. La vieja loca que prende una velita casera todos los días, porque las hice para el parto pero las empecé a prender cuando Luna vivía en mí. Me estoy tejiendo una bufanda, así tengo algo que empecé a tejer cuando estaba embarazada de Luna.
Me quedo con todo. Las fotos, las muchas fotos de la panza, de los chicos abrazando a Luna en la panza. Videos de Gaspar cantando su canción de Lunita. Dibujos de Lucas. Algunas de las primeras palabras escritas por Lucas, con su nombre y el de Luna.
Me quedo con todo. El Kleenex con las lágrimas de la ecografía que nos cambiaría.
Pero su cuerpito, lo vamos a soltar. Porque solo se pueden quedar sus huellas, los besos, lo que pasó por nosotros. Su cuerpo, que es de ella, no lo quiero atrapar. Lo quiero soltar, para que ella esté libre. Y para que forme parte de todo. Para que esté donde sea que estemos.
Y ahora, definitivamente, no pertenezco a la tierra. Ni a esta con sus únicas dos temporadas anuales, ni a la que me vió nacer, ni a la que me dió a mi hombre, ni la que recibió a nuestros hijos. Ahora sí que solo tengo lo que llevo encima y lo que respiro. Justo ahora, que más que nunca, siento en cada mujer, cada abrazo, cada mensaje que pertenezco, que este lugar del mundo me quiere y me cuida. Lo amo y no es mío.

Friday 10 May 2013

Otras cagadas de no tener a mi hija

pintura de Natalia Tejera

Mi hija Luna está creciendo hermosa y chiquita en mi panza. Pero su cuerpito no se está formando para quedarse en este mundo con nosotros, y morirá dentro mío. Son días de magia, de regozijarnos en el regalo que es tenerla, y de profunda tristeza. Pero también, aunque suene frívolo, hay otras cosas que me voy a perder por no tener a mi chiquita, mi chiquitita hermosa. Tengo dos hijos profundamente maravillosos que quiero con locura, pero ahora que la vida me había ofrecido una hija, me doy cuenta de que también me voy a perder de algunas trivialidades al no poder quedarse Luna para crecer a mi lado.
1. No voy a poder decir "nosotras". Nosotras vamos a ir a la pelu, nosotras nos vamos a poner bañador, nosotras también queremos jugar a caballos.
2. En unos años, nadie me va a acompañar al baño en el restaurante.
3. Cuando la sociedad y la gravedad decidan que tengo que volver a usar corpiño nadie me va a avisar.
4. Tengo un montón de anillos y collares lindos que no va a poder heredar. Se los voy a tener que dejar a alguna de las turritas que se enganchen a mis hijos. Y seguro que van a hacer Estivill las muy perras.
5. Encima me voy a tener que callar la boca, y nadie me va a preguntar sobre mis ideas de crianza, cómo fueron mis partos, si amé a algún ex antes de conocer a papá, porqué me hice las tetas, si lo llamo o no lo llamo. Putas, las muy putas. No me importa que ahora sean unas niñas de unos 4 años... desde ya son mis nueras, estén donde estén- que se cuiden.
6. Nadie me va a avisar si tengo bigote. Por años seguro que voy a andar con bigote.
7. No voy a elegir vestidos de novia, flores, menú. Voy a ser una invitada cualquiera. Y malvestida, posiblemente, porque nadie se atreve a decirle a la suegra que ya no dá para bigote, lentejuelas y vestido años 20.
8. Nadie me va a preguntar si en serio es mejor depilarse que pasarse la gilette.
9. Quería una nena para que fuera menudita, chiquitita, y poder portear por años sin que me doliera la espalda.
10. Todavía tengo guardado un vestido de disfraz de princesa. Re quería poner música, pintarnos, disfrazarnos, bailar juntas...
11. ¿Con quién voy a ver pelis románticas ochentosas? ¿A quién le voy a compartir la magia de Pretty in Pink y Some Kind of Wonderful? Y Dirty Dancing!!!
12. Me voy a perder a las nuevas princesas del pop.
13. Para avisarme que he sido abuela, a mí me van a llamar después.
14. Y nadie, nadie, va a querer ser igualita a mí cuando sea grande. Y después, jurar que nunca, nunca se parecerá a mí. Y después darse cuenta de que sí, la puta madre, es igual a mí, mierda.